Fecha de presentación: septiembre, 2022 Fecha de aceptación: noviembre, 2022 Fecha de publicación: enero, 2023

Prevención de la depresión en los adolescentes: audiencias y responsabilidades compartidas

 

Prevention of depression in adolescents: audiences and shared responsibilities

Oscar Alberto Pérez Puig [1]

oscarpuig21@gmail.com

ORCID:https://orcid.org/ 0000-0003-3606-2839

 

Yohami Pons López [2]

yohami.pons@gmail.com

ORCID:https://orcid.org/ 0000-0002-3358-3682

 

Rolando Lázaro Rivera López[3]

riveralopezrolandolazaro@gmail.com

ORCID: https://orcid.org/ 0000-0001-9471-1724

 

 

Cita sugerida (APA, séptima edición)

Pérez Puig, O. A, Pons López, Y. y Rivera López, R. L. (2023). Prevención de la depresión en los adolescentes: audiencias y responsabilidades compartidas. Revista Mapa, 2(30), 14 –29.

http://revistamapa.org/index,php/es


 

RESUMEN

Los estudios acerca de la formación  y desarrollo humano durante la adolescencia se ha convertido en un tema de referencia obligatoria entre docentes, directivos escolares que se encargan de la educación secundaria y preuniversitaria, al tiempo que se ha convertido en una preocupación permanente de las familias por la salud mental de sus hijos durante este período. Convertida en audiencias de primer orden, el objetivo de esta comunicación, es caracterizar el contenido de las audiencias y las responsabilidades que se le atribuyen a los psicopedagogos escolares como mediador de las influencias que debe recibir el adolescente. Se realizó un estudio descriptivo de carácter mixto en el que se incluyeron cuestionarios y entrevistas los que permitieron reconocer las falencias que tiene la educación de los adolescentes y reconocer las líneas de acción que deben priorizarse en el marco de las acciones educativas a desarrollarse por el psicopedagogo escolar para crear y ayudar a docentes, familiares y al propio adolescente a superar las situaciones de depresión que atraviesan a lo largo de esta etapa de la vida.

 

Palabras claves: educación familiar, depresión, psicopedagogo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ABSTRACT

The studies about human development and formation during adolescence have become a mandatory subject of reference among teachers, school administrators in charge of secondary and pre-university education, and at the same time it has become a permanent concern of families for the mental health of their children during this period. The objective of this paper is to characterize the content of these hearings and the responsibilities attributed to school psychologists as mediators of the influences that adolescents should receive. A descriptive study of a mixed nature was carried out, including questionnaires and interviews, which made it possible to recognize the shortcomings of adolescent education and to identify the lines of action to be prioritized within the framework of the educational actions to be developed by the school psychopedagogist in order to create and help teachers, family members and the adolescent himself to overcome the situations of depression they go through during this stage of life.

 

 
Keywords: family education, depression, educational psychologist
 

 

 

 

 


INTRODUCCIÓN

La adolescencia es una etapa en la cual tienen lugar cambios físicos, psicológicos, sociocultural y cognitivo, y se produce el aumento de la emotividad, al tiempo que se experimenta la necesidad de establecer nuevos hábitos, pensamientos y modos de actuación. Estos cambios en su proyección social le convierten en uno de los grupos etarios más vulnerables ante situaciones, trastornos o conflictos que limitan su desarrollo exitoso por lo cual, es preciso estimular el desarrollo de estrategias de afrontamiento que les permitan establecer un sentido de identidad, autonomía, éxito personal y social que le permita evitar la depresión.

En general, bajo la denominación de la depresión se identifica un síndrome, que agrupa los procesos caracterizados por la tristeza, inhibición, culpa, minusvalía y pérdida del impulso,  tristeza. Se le considera  un trastorno con etiología clínica, en evolución, o como pronóstico a partir de los síntomas y frecuencia o profundidad del estado psicológico de la persona.

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) describe a la depresión como una situación afectiva, en la que el ánimo se muestra marcadamente por la tristeza e infelicidad, con algún grado de ansiedad. Según Consuegra (2004), “la depresión es un trastorno afectivo con síntomas y signos que pueden presentarse de forma aguda, episódica o recurrente, aislados o cómo parte de otros estados patológicos. Lo que es nuclear en todas las formas de depresión es el abatimiento persistente del humor” (p. 68)

En la adolescencia, la depresión se manifiesta como sintomatología o estados emocionales que se identifica como respuesta a diferentes acontecimientos y situaciones frecuentes de la depresión se incluyen sentimientos persistentes de tristeza, ansiedad o “vacío”; desesperanza o pesimismo; irritabilidad, frustración o intranquilidad; culpabilidad, inutilidad o impotencia. Asimismo, se identifica la pérdida de interés o placer en las actividades y los pasatiempos, la fatiga, la disminución de energía o sensación de que está más lento. Pero, sobre todo, es frecuente la dificultad para concentrarse, recordar o tomar decisiones, para dormir, despertarse temprano en la mañana y es recurrente la tendencia a estar en cama o dormir demasiado, al tiempo que se atraviesa por dolores, dolor de cabeza, molestias y problemas digestivos sin una causa física aparente, o que no se alivian ni con tratamientos.

Estudios de Salud Mental en varios países devela que existen trastornos del estado de ánimo frecuentes. Al respecto, la OMS 2020 asegura que la mayoría de trastornos depresivos no son diagnosticados ni reciben tratamiento y que las estadísticas refieren el comportamiento de la depresión en la adolescencia es igual a la de la edad adulta en severidad, e incluso puede superar la sobrepasa en autodestructividad.

No obstante, el sello característico de la depresión en adolescentes,está ligada al propio proceso de formación de una identidad, la sexualidad en desarrollo, la separación del adolescente de los padres, y la toma de decisiones por primera vez. A todo esto se suma otros cambios físicos, intelectuales y hormonales (Hyman, Lewisohn& Roberts,2010).

En efecto, el comportamiento de la depresión en la adolescencia, pueden relacionarse con manifestaciones concretas que ayudan en el diagnóstico; pero, la manera en que la familia y los educadores interpreten los estados pasajeros que se vinculan a los cambios del período o pasan desapercibidos. 

Entre las manifestaciones más comunes de la depresión en los adolescentes se  identifican: la situación afectiva de tristeza; las quejas somáticas, la irritabilidad y el aislamiento social, se identifican como habituales, el enlentecimiento psicomotor, la hipersomnia los trastornos disociales, el déficit de atención, la ansiedad, el cambio notable en el estado de ánimo, que puede ser encubierto por irritabilidad o por problemas de conducta relacionados con sustancias, y de la conducta alimentaria (Méndez, Olivares & Ros, 2001). Estas deben ser considerada como alarmas a las que se le debe dedicar atención para que puedan manejarse, evitando que en este período se instauren como alteración o trastornos mentales (Pardo, Sandoval &Umbarila, 2004).

En general, la acción preventiva ante la depresión en la adolescencia cursa desde la intervención psicoeducativa integral. En primer lugar, la determinación temprana de los factores de riesgo, multivariados y simultáneos; una adecuada orientación socioemocional y las diferentes redes de apoyo social y familiar  deben conformar la intervención de educadores familiares y especialistas implicados en asegurar el desarrollo integral saludable del adolescente.

De acuerdo con lo anterior es necesario comprender que aun cuando la atención deberá será desarrollarse según la situación de cada adolescente. La bibliografía coincide en que los síntomas, manifestaciones y estados de depresión en este periodo están asociados, no solo a los problemas del contexto, familiares o personales sino a la manera en que se ha logrado prepararlos para enfrentar sus necesidades, gestionar la salud, el bienestar y la calidad de vida.

Cierto es que el diagnóstico y tratamiento de la depresión, aunque corresponde a los profesionales de salud encargados (psicólogos, psiquiatras, psicopedagogos), implica también la participación de las familias y los docentes. Si bien los primeros son profesionales que están insertados en la línea de ayuda y atención preventiva; pues, los límites entre el estado emocional depresivo y la presencia de una psicopatología puede llegar a ser imperceptible.

En particular al psicopedagogo no solo le corresponde el diagnóstico temprano, sino también la intervención psicoeducativa con el adolescente, sino también con padres y docentes de manera que se puedan crear las bases para una acción preventiva sostenible ante las situaciones de depresión que puedan presentarse en esta etapa de la vida.

En este caso es preciso comprender que la prevención tiene un fundamento filosófico, sociológico, médico, psicológico, pedagógico, jurídico que impacta la realidad de la calidad educativa. Por tanto, los esfuerzos se gestionan como condición y función de la necesidad de evitar la aparición de deficiencias sensoriales, intelectuales o físicas y si fueran inevitables, trabajar para impedir que se produzcan discapacidades o minusvalías, (Consecuencias físicas, psicológicas y sociales) u otra situación que deberá ser atendida desde la orientación, la preparación, la disposición, organización, providencia, medida, aviso, destinación, preparativo y preámbulo.

Ortega L (2002) plantea que lo que el enfoque preventivo de la educación es que la misma está relacionada con los objetos y sujetos de la prevención y los tipos de prevención o niveles en que ésta se produce u organiza. En tal sentido, asevera que se destaca primero como elemento imprescindible el trabajo con la familia, la escuela y la comunidad, como entes activos de este proceso y en lo segundo como algo esencial, la forma, la manera, el objetivo y contenido de la estrategia que con carácter de prevención se debe diseñar

Se explica así que el eje preventivo fundamental delos sistemas educativos, es el trabajo preventivo de los comportamientos lo cual se puede asegurar cundo se gestiona el protagónico a los estudiantes en cualquier nivel y se trabajar estrechamente vinculados a la familia para crear contextos positivos de actuación. En este caso, debe tenerse en cuenta otras condiciones asociadas a comprender la naturaleza de los problemas y los recursos psicoeducativos que permitan preparar a los propios adolescentes para implicarse en la prevención de la depresión.

Sin embargo, cada día resulta necesario revisar las audiencias al tiempo que se delineen las responsabilidades que comparten los principales actores vinculados al proceso y en particular al psicopedagogo, como mediador de las acciones que padre, familiares y docentes que se vinculan a la educación de los adolescentes. Responder a esta exigencia se asumió como centro de la investigación que sirvió de marco de este artículo, se delinea, así como objetivoes caracterizar el contenido de las audiencias y las responsabilidades que se le atribuyen a los psicopedagogos escolares como mediador de las influencias que debe recibir el adolescente.

METODOLOGÍA

De acuerdo con el interés de esta investigación se optó por una investigación descriptiva al considerar que esta busca especificar las características del objeto de investigación, medir y evaluar diversos aspectos, aunque exige el conocimiento del área que se investiga Al mismo tiempo, se consideró necesario un diseño de investigación con metodología mixta, al considerar que para comprender el alcance de la audiencias, es preciso explorar las concepciones, acerca de los factores asociados a la depresión en la adolescencia  El muestreo intencional, formados por 46 padres de familias, 34 docentes y 87 adolescentes. Respondieron además 17 psicopedagogos escolares; 8 psicólogos clínicos.

Desde el punto de vista metodológico se optó por el grupo el cuestionario a adolescentes padres y docentes que luego, se sometió a discusión con psicopedagogos escolares, analizando  mediante una entrevista con los psicólogos, la interpretación que se hace de los resultados en torno a: los factores que intervienen en el depresión del adolescente; las responsabilidades de los actores educativas y de los profesionales de la salud mental y psicoeducativa; los recursos necesarios para enfrentar la prevención de la depresión en la adolescencia.

RESULTADO Y DISCUSIÓN

En la primera etapa de la investigación, la sistematización de la bibliografía permitió identificar que la clave de la prevención de la depresión en la adolescencia se identifica la acción anticipada compensatoria y correctiva de padres, docentes, directivos escolares. Las acciones a realizar van desde un diagnóstico oportuno de los factores que influyen en este proceso, así como los recursos psicopedagógicos que pueden servir de guía en la intervención preventiva. En este caso, es recurrente que se aluda a la necesidad indagar acerca de los estados de ánimo los conflictos y situaciones que llevan a los adolescentes a hundirse en la desesperanza, la tristeza, la apatía social.

Priorizar la comunicación afectiva, los estímulos socioemocionales en la familia y los padres, la  buena organización de la instituciones educativas, sobre la base de un estilo de dirección democrático y optimista del director del centro, lo cual implica desde la prevención que se tenga en cuenta en todo momento la edad y las características y potencialidades de los estudiantes y trabajadores, para que todos sean verdaderos protagonistas de las acciones que garanticen el cumplimiento de los objetivos del centro. Pero, es importante reconocer el papel fundamental que tiene el protagonismo de los estudiantes de manera que sean mediadores de su propio desarrollo. Aquí la influencia de cada miembro del colectivo es básica.

Al analizar la entrevista que se le realizó a los directivos y docentes de secundarias y preuniversitarios, se aprecia que los mismos definen de manera general, el término depresión, como un trastorno psíquico, habitualmente recurrente, que causa una alteración del estado de ánimo de tipo depresivo (tristeza) a menudo acompañado de ansiedad, en el que pueden darse, además, otros síntomas psíquicos de inhibición, sensación de vacío y desinterés general, disminución de la comunicación y del contacto social.

Reconocen que la depresión, puede llegar a ser un problema de salud mental, común en la gente joven en el mundo, así como también, la importancia que tiene el período de la adolescencia en el ciclo vital con respecto al desarrollo físico, social, educativo y vocacional, la aparición de un trastorno afectivo durante la adolescencia puede ocasionar dificultades en la trayectoria del desarrollo normal. A pesar de esto reconocen que este tema no ha sido tratado como se debiera en los talleres, ni preparaciones metodológicas, lo que conlleva a la insuficiente asesoría hacia los mismos; solamente identifican el abordaje del tema de la comunicación.

 En efecto, consideran estos directivos que estados depresivos en adolescentes actualmente está afectada por la falta de independencia, factores de estrés, la muerte de un amigo o pariente, la ruptura con la novia o novio, el fracaso en la escuela. Así como dificultades en la comunicación y como consecuencia en las relaciones interpersonales, aunque las relaciones entre los adolescentes en sentido general no son desfavorables pasadas estas ya por un proceso de adaptación al compartir recursos y responsabilidades.

A juicio de los entrevistados existen diferentes recursos que favorecerían el desarrollo de la convivencia en la escuela como la preparación de los encargados del trabajo educativo en el tema para la realización de charlas, cine debates, realización de actividades que cubran los espacios de la tarde; tomar siempre en consideración la planificación de las actividades la caracterización y los rasgos del grupo al que van dirigidas. Lograr mayor implicación al convertir al adolescente en el protagonista de sus actividades.

En este mismo orden, al analizar las observaciones se pudo apreciar que existían síntomas tales como, tristeza, falta de interés, bajo rendimiento en los salones de clases, como en los horarios de recreación, aislamiento físico por parte de algunos adolescentes, estado de ansiedad antes de entrar a clases y ausencias. Además, se identifican trastornos del comportamiento: desobediencias, faltas injustificadas a clase, cólera, fugas injustificadas, auto destructividad, tendencia autodestructiva con predisposición a los conflictos interpersonales.

 A partir de la preocupación de los directivos y docentes se relacionan más con los aspectos académicos que por las manifestaciones de estados  depresivos en los adolescentes pero ante el interés por estudiar la presencia de síntomas de depresivos en los adolescentes se identifica un cambio en la preocupación acerca de la gravedad del cuadro depresivo y la  incidencia en el rendimiento académico, tratando de descubrir si existe relación entre estas variables, lo que será de utilidad para  fomentar el desarrollo afectivo de los adolescentes en tanto que éste resulta ser un componente importante de su ser integral.

Los docentes reconocen que no existe planificación de actividades que conlleven al desarrollo dinámico y armónico en la convivencia escolar; no existe una proyección de los docentes encargados del trabajo educativo con este objetivo, por lo que no se realizan actividades de orientación educativa para la determinación temprana de síntomas depresivos en el claustro de profesores, ni en las aulas.

Al analizar los resultados del test de Hamilton a los adolescentes que se comprometieron con responder el cuestionario, se constató que reciben insuficientes actividades de orientación, pero prevalecen temas según expresan relacionados con la sexualidad fundamentalmente como: prevenir enfermedades de transmisión sexual; la importancia de evitar embarazos no deseados. A este tema, se unen los temas relacionados con la repercusión negativa de los hábitos tóxicos sobre la salud en general por los daños que ocasionan. Sin embargo, no se incluyen temas relacionados con la depresión, síntomas y la importancia de poseer conocimientos para prevenirla, situación que se contradice con el 87% de los adolescentes que reconocen al menos 1 o 5 veces haber sentido tristeza, insomnios, desesperanza, ansiedad, incomunicación

Los padres y familiares también advierten desconocimientos y poca referencia a las manifestaciones de depresión la consideran comportamientos propios de la edad o expresión de rasgos del carácter que se comienza a revelar en esas edades.

En general, la aplicación de los instrumentos develó insuficiencias tanto en la preparación y diagnóstico oportuno de los factores que asociados a la depresión y del manejo de los conflictos que genera en el desarrollo integral de la personalidad.  Es evidente que la presencia de síntomas y manifestaciones depresivas constituye una situación relevante; pero, no siempre se aprecia el interés por actividades orientadoras que inciten al conocimiento de temas como la ansiedad, la desmotivación, incluso el bajo rendimiento escolar en adolescentes poco comunicativos.

En este mismo orden se identificó que en este tema es preciso incluir la orientación familiar pues es necesario establecer mayor acercamiento con padres-madres de familia de los afectados con depresión, para realizar talleres sobre la importancia del desarrollo emocional de sus hijos.

Pero, la eficiencia del trabajo preventivo deberá concebirse como un sistema de influencias desde las cuales se garantice las condiciones para controla y manejar los factores, problemas sobre todo psicosociales.

En las instituciones educativas tiene que revelarse en las expectativas positivas de los docentes con respecto a las posibilidades de todos sus educandos y el compromiso con los resultados de cada uno de ellos, es un elemento básico para garantizar igualdad de oportunidades en el aula, pensando siempre con optimismo de que cada persona puede ser mejor para sí misma y para la sociedad y que para ello es preciso atender la diversidad.

En la comunidad es necesario prever espacios y actividades en que los adolescentes encuentren oportunidades para establecer relaciones, satisfacer sus necedades y encontrar nuevas formas de interacción con otras personas que por su preparación puedan ofrecerles apoyos y ayudad de manera directa o indirecta. Así a las de juegos, talleres de creación, cursos de fotografía, charlas especializadas, conciertos, promoción de lecturas, video debates que se organicen en este nivel de socialización facilitan el uso adecuado del tiempo libre y de interrelación que mantendrán al adolescente en soledad, aislamiento. en este caso es una condición necesaria la amplia y sistemática promoción y divulgación de estos espacios creados para este grupo etario y que satisfaga sus gustos y necesidades; por tanto, deberán ser espacio concebidos, organizados, dirigidos por ellos mismos.

Los documentos normativos para el trabajo preventivo en Cuba, vinculan este tipo de actividad que se incluyen en los programas del MINED y MINSAP. Desde un marco común o institucional se erigen proyectos para prevención del uso indebido de drogas, el control del uso de psicofármacos y el Programa para la Vida. 

De manera particular la política educacional delinea la interdependencia entre la acción preventiva, la actividad cotidiana y coordinada de todos los agentes educativos mediante la integración de los diferentes componentes, niveles y tipos de educaciones del sistema educativo. Esta situación exige incluir en el sistema de trabajo preventivo actividades, estrategias o sistemas de acciones para prevenir los estados emocionales depresivos en la adolescencia y su temprana derivación al sistema de salud mental no solo con propósitos asistenciales o terapéuticos sino con un carácter psicoeducativo que les permita apropiarse de recursos psicológicos y sociales  cuyo final resultaría de impacto en todas las esferas donde el adolescente se encuentra inmerso.

Bajo esta consideración queda claro que las audiencias pedagógicas y familiares respecto a la educación no incluyen de manera directa la prevención de los manifestaciones y estados de ánimo depresivo en adolescentes aun cuando se deja implícito las actividades para educar en la salud, la comunicación, la educación socioemocional  sobre todo en temas de violencia y autocuidado; sin embargo el tema de la depresión  se percibe como una situación natural relacionada con el tránsito durante la adolescencia.

Por tanto, precisa asumir como parte de la actividad profesional del psicopedagogo, la prevención de los estados emocionales depresivos en adolescente es necesario, primero, asegurar un diagnóstico del riesgo depresivo en cuanto a situaciones, contextos, estados de referencia del adolescente y de los factores o causas que intervienen en él y luego, promover la orientación psicoeducativa integral a padres familiares, estudiantes y todos los educadores que interviene en el proceso educativo.

En este caso, se deberá considerar que todos los adolescentes están en riesgo de ser abatidos por la depresión y que el desconocimiento del manejo de los factores que puedan contribuir a anticipar, corregir o compensar las fallas del proco puede repercutir de manera directa en la labor psicoeducativa que realiza el psicopedagogo.

Estos profesionales, por su actividad como mediador, orientador y asesor, deberán implicarse tanto en la preparación de los docentes, familiares y de los propios estudiantes de manera que se preparen para que puedan reconocer y adoptar una postura proactiva en función de la prevención. La acción más recurrente en este propósito se relaciona con el diseño de actividades metodológicas de orientación a padres y de la asesoría a docentes y directivos. Esto, aun cuando son necesarios y se ubican en el centro de las estrategias, deja abierta la posibilidad a la elaboración de recursos que, por su característica, se conviertan en una herramienta de autoayuda para todo aquel, que necesite y esté implicado en el trabajo preventivo.

Se asume así que el psicopedagogo deberá no solo conocer sino implicarse en la elaboración y socialización de recursos psicopedagógicos como una vía para preparará a los padres, docentes y directivos escolares a prevenir la depresión. Así, la información, orientación, ejercitación de la reflexión y técnicas que permiten promover el cambio de actitud frente a las situaciones y problemas socioemocionales que los adolescentes enfrentarán en esta etapa de su vida, puede convertirse en una herramienta individual de autoayuda ante situaciones complejas de la vida convirtiéndose en un recurso de contención, complementación o compensación de los estados emocionales depresivos y una opción para crecer consciente, de manera responsable en busca de la salud, la felicidad y el bienestar.

 

 

 

CONCLUSIÓN

La depresión constituye un problema de salud mental, común en la gente joven de cualquier parte del mudo.

En la adolescencia la depresión puede aparecer encubierta en comportamiento asociados a desobediencia, rebeldía, actitudes contra posicionistas, aislamiento socio-familiar, pérdida o disminución en la escala de los intereses y de la motivación.

La prevención de este tipo de estado emocional deberá convertirse en una acción de primer orden en la que intervengan todos los agentes adictivos. Cada uno desde su contexto deberá asumir rol activo en pos de evitar comportamientos perjudiciales para la salud mental de los adolescentes.

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[1] Estudiante de Licenciatura en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, Cienfuegos, Cuba.

[2]Estudiante de Licenciatura en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, Cienfuegos, Cuba.

[3]Estudiante de Licenciatura en Educación, especialidad Pedagogía Psicología. Universidad de Cienfuegos “Carlos Rafael Rodríguez”, Cienfuegos, Cuba